- ¿Sabes? Al final... ¡nos casamos!
- ¡Nooooo....! ¿En serio? ¡Enhorabuena! Pero... ¿no decías que no te casarías?
- Lo sé, lo sé... (risas) Pero ahora ya con los niños y todo... Será algo sencillo. En el Ayuntamiento, con poquitos invitados. Solo la familia cercana y los amigos más íntimos. Vendrás, ¿verdad?
- ¡Pues claro! No me lo pierdo por nada del mundo.
- Haremos la ceremonia civil y luego un pica-pica en algún bar o pequeño restaurante cercano. Nada muy caro ni muy lujoso. Todo muy sencillito.
*-*
Si te suena al tipo de boda que estás planeando para ti, escúchame:
No porque tu concepto de ceremonia sea distinto al de la mayoría has de renunciar a conservar un recuerdo bonito del momento. 
Te voy a contar un secreto, pero que quede entre nosotros, ¿ok? Cuando yo me casé, así, por lo civil y entre unos pocos amigos y familiares, pensé en contratar a un fotógrafo. Pero al final no me acabé de decidir (de todas formas, ¿quién iba a ofrecernos un servicio de apenas un par de horas, a un precio coherente con el resto de la ceremonia, sin hacernos posar, pero ofreciéndonos la posibilidad de conservar imágenes bonitas, naturales y fieles al tipo de boda de fue?)... Y al final, solo me quedé con dos docenas de fotos de aquí y de allá, tomadas con móvil, compactas, por personas que estaban más atentas a lo que sucedía que a tomar bonitas fotos. Y me arrepentí.
No quiero que te suceda como a mí. Por eso te ofrezco la posibilidad de que, a pesar de contar con un presupuesto ajustado, puedas guardar un recuerdo de tu boda como ésta se merece.
Back to Top